La aparición de Lara, junto con su breve explicación, logró lo que parecía imposible: que las cosas fuesen todavía peor. No dio tiempo a protestas ni explicaciones detalladas, sencillamente se esfumó por el puente roto, seguida de inmediato por Xalk. No debía estar en muy buenas condiciones tampoco, a juzgar por los cambios físicos que presentaba, y Cío se moría de frustración por seguirlos, ayudar, o lo que fuera. Le empezó a hervir la sangre pero se obligó a mantener el hocico cerrado mientras los demás se organizaban. Por si fuera poco, en esas llegó un visitante inesperado, nadie conocido, un mero transeúnte buscando ayudar. «Llegas un poco tarde» escupió mentalmente «varios meses tarde, para ser exactos». Debió admitir que las preguntas que le hizo Archi eran justo lo que necesitaba, pero si de él hubiera dependido lo habría echado a patadas en primera instancia, y más si era cierto lo que había dicho Ri. Se estaba dejando llevar por la ira.
Le dedicó una última mirada a Kud antes de que saliese al exterior, esperando verlo volver en breve con los dos que se habían ido y volvió la cabeza hacia el “invitado” y su respuesta, captando de pasada que Keiria volvía a tener el aspecto de un animal peludo. «¿Qué locura es esta?».
―Exactamente ¿quién va a acompañar por la cara a un par de desconocidos? ¿Y qué cojones van a pensar al vernos con estas pintas? Todo el mundo va a saber que la cosecha es una puta mentira. ―Encaró al desconocido con fiereza, pero la curiosidad era auténtica. Había saltado por lo absurdo que le parecía todo lo que había dicho, pero olvidó responder a la primera de las preguntas que había hecho. De todas formas, incluso Archi sabía explicarlo mejor que él mismo.
La aparición de Lara, junto con su breve explicación, logró lo que parecía imposible: que las cosas fuesen todavía peor. No dio tiempo a protestas ni explicaciones detalladas, sencillamente se esfumó por el puente roto, seguida de inmediato por Xalk. No debía estar en muy buenas condiciones tampoco, a juzgar por los cambios físicos que presentaba, y Cío se moría de frustración por seguirlos, ayudar, o lo que fuera. Le empezó a hervir la sangre pero se obligó a mantener el hocico cerrado mientras los demás se organizaban. Por si fuera poco, en esas llegó un visitante inesperado, nadie conocido, un mero transeúnte buscando ayudar. «Llegas un poco tarde» escupió mentalmente «varios meses tarde, para ser exactos». Debió admitir que las preguntas que le hizo Archi eran justo lo que necesitaba, pero si de él hubiera dependido lo habría echado a patadas en primera instancia, y más si era cierto lo que había dicho Ri. Se estaba dejando llevar por la ira.
Le dedicó una última mirada a Kud antes de que saliese al exterior, esperando verlo volver en breve con los dos que se habían ido y volvió la cabeza hacia el “invitado” y su respuesta, captando de pasada que Keiria volvía a tener el aspecto de un animal peludo. «¿Qué locura es esta?».
―Exactamente ¿quién va a acompañar por la cara a un par de desconocidos? ¿Y qué cojones van a pensar al vernos con estas pintas? Todo el mundo va a saber que la cosecha es una puta mentira. ―Encaró al desconocido con fiereza, pero la curiosidad era auténtica. Había saltado por lo absurdo que le parecía todo lo que había dicho, pero olvidó responder a la primera de las preguntas que había hecho. De todas formas, incluso Archi sabía explicarlo mejor que él mismo.
La aparición de Lara, junto con su breve explicación, logró lo que parecía imposible: que las cosas fuesen todavía peor. No dio tiempo a protestas ni explicaciones detalladas, sencillamente se esfumó por el puente roto, seguida de inmediato por Xalk. No debía estar en muy buenas condiciones tampoco, a juzgar por los cambios físicos que presentaba, y Cío se moría de frustración por seguirlos, ayudar, o lo que fuera. Le empezó a hervir la sangre pero se obligó a mantener el hocico cerrado mientras los demás se organizaban. Por si fuera poco, en esas llegó un visitante inesperado, nadie conocido, un mero transeúnte buscando ayudar. «Llegas un poco tarde» escupió mentalmente «varios meses tarde, para ser exactos». Debió admitir que las preguntas que le hizo Archi eran justo lo que necesitaba, pero si de él hubiera dependido lo habría echado a patadas en primera instancia, y más si era cierto lo que había dicho Ri. Se estaba dejando llevar por la ira.
Le dedicó una última mirada a Kud antes de que saliese al exterior, esperando verlo volver en breve con los dos que se habían ido y volvió la cabeza hacia el “invitado” y su respuesta, captando de pasada que Keiria volvía a tener el aspecto de un animal peludo. «¿Qué locura es esta?».
―Exactamente ¿quién va a acompañar por la cara a un par de desconocidos? ¿Y qué cojones van a pensar al vernos con estas pintas? Todo el mundo va a saber que la cosecha es una puta mentira. ―Encaró al desconocido con fiereza, pero la curiosidad era auténtica. Había saltado por lo absurdo que le parecía todo lo que había dicho, pero olvidó responder a la primera de las preguntas que había hecho. De todas formas, incluso Archi sabía explicarlo mejor que él mismo.